Quienes somos
UN HOGAR CON LA PUERTA SIEMPRE ABIERTA
Somos un centro residencial especializado en la asistencia y cuidado de personas adultas con discapacidad intelectual y alto nivel de dependencia.
Entidad sin ánimo de lucro.
Prestamos servicio residencial ininterrumpido las 24 horas del día los 365 días del año
Nuestra mirada y nuestra forma de hacer nacen y se nutren del pensamiento y la obra de san Luis Orione. Su carisma da sentido e impregna toda nuestra actividad. Inspira una forma distinta de mirar a la persona y de entender la discapacidad intelectual y el apoyo.
Se trata de situar a la persona en el centro, de reconocer y respetar su dignidad y su singularidad. De cuidar el entorno que conoce, desde el convencimiento de que cualquier persona en el ambiente idóneo y con los apoyos adecuados, es capaz de mejorar su calidad de vida a través del desarrollo de su potencial. En este principio reside la importancia de ser un hogar alegre en el que cabemos todos, en el que se escucha, se atiende y se cuida con cariño a cada persona, y también la necesidad de transmitirlo a la sociedad.
El equipo, un amplio grupo de profesionales en continua formación, procuramos la excelencia en el servicio sumando esfuerzos en la misma dirección. El hogar se construye entre todos: trabajadores, sacerdotes, familias, colaboradores, mecenas, voluntarios, amigos. Y entre todos hemos conseguido prestar el servicio en unas instalaciones que innovamos y adecuamos en la medida de nuestras posibilidades.
Trabajamos por la persona, en la defensa de su desarrollo individual, por su familia, por la ecología humana y en el respeto al medio ambiente. Apostamos por la transparencia en la gestión de nuestra entidad.
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voluntariado@orionistas.org
Nuestra historia
Luis Orione (1872-1940) nació en Pontecurone, Italia, el 23 de julio de 1872.
Con trece años, tras permanecer durante un año en un convento de Franciscanos, conoció a don Bosco del que fue alumno y amigo. “Nosotros seremos siempre amigos” le dijo en una ocasión don Bosco, y estas palabras se grabaron en su corazón y lo alentaron en los momentos de dificultad. Unos años más tarde, Orione reunía a jóvenes en su Oratorio y allí les enseñaba el catecismo. Con solo 21 años abrió el primer colegio para chicos sin recursos.
Poco tiempo después es ordenado sacerdote y abre casas de acogida y colegios en varias localidades italianas. Así surge la congregación Pequeña Obra de la Divina Providencia.
La inquietud de don Orione era salvar almas y sus preocupaciones, como los objetivos de su acción (pues era hombre de acción) eran muchas y todas de su tiempo: la libertad y la unidad de la Iglesia, la «cuestión romana», el modernismo, el socialismo, la cristianización de las masas obreras. Orione fue sin duda un hombre moderno, adelantado a su tiempo. No en vano una de sus expresiones más conocidas y que lo caracterizan “estar a la cabeza de los tiempos” se ha convertido en un verdadero lema y en un fuerte estímulo para la acción.
La familia Orionista es una única planta con muchas ramas: Hijos de la Divina Providencia, Ermitaños, Hermanas Misioneras de la Caridad, Hermanas adoratrices Sacramentinas invidentes, Contemplativas de Jesús Crucificado, asociaciones laicas: «Damas de la Divina Providencia», «Ex Alumnos», «Amigos», Instituto Secular Orionino y Movimiento Laical Orionino.
Entre sus obras más características están los «Pequeños Cottolengos», para los que sufren y los abandonados, surgidos en la periferia de las grandes ciudades. Creó además dos Santuarios para la Virgen, de la que desde niño fue muy devoto. Pero Don Orione tenía una alma evangelizadora misionera y no se limitó a Italia sino que salió fuera y llegó hasta Argentina, Uruguay, Gran Bretaña, Albania, y más tarde desde Brasil hasta Chile.
Falleció el 12 de marzo de 1940 mientras suspiraba: “¡Jesús, Jesús, Voy!”
El día 16 de mayo de 2004 el Papa Juan Pablo II canoniza a don Orione: “el loco de la caridad”.
Nuestros valores
Afianzar nuestra forma singular de entender y de hacer las cosas desde los valores orionistas de caridad, servicio, alegría y respeto por la dignidad y el potencial de cada ser humano. Desarrollar este valor diferencial, para continuar generando confianza y ser una entidad de referencia en la asistencia a la discapacidad.
Ayudar a personas con discapacidad intelectual que necesitan apoyos extensos y generalizados a que desarrollen todo su potencial, para mejorar su calidad de vida y que sean felices, en el entorno normalizado de un hogar. Favorecer su integración y su aportación a la sociedad. Por la construcción de un mundo mejor.
- Dignidad: valoramos y respetamos la intimidad, individualidad y libertad de cada persona.
- Justicia: entendemos la justicia desde la equidad.
- Familiaridad: creamos un ambiente de acogida, calidez, compañerismo, ternura y templanza.
- Excelencia: cuidamos cada pequeño detalle de la convivencia.
- Creatividad e innovación: estamos abiertos y atentos a nuevas tendencias, a la cabeza de los tiempos.
- Vocación: lo que nos motiva en nuestro trabajo.
- Alegría: uno de los valores carismáticos más importantes de la congregación.
Hitos cronológicos
1967
Comenzó a funcionar el Hogar Don Orione
En 1967 la Congregación Pequeña Obra de la Divina Providencia mandó a Madrid a tres religiosos para cumplir con su programa de obras sociales. A finales de ese año y principio de 1968 comenzó a funcionar el Hogar Don Orione en un chalet adquirido por la Congregación en la Colonia los Ángeles, situada en las proximidades de Madrid, entre TVE y la Casa de Campo.
La actividad comenzó con un grupo de 14 niños con discapacidad psíquica en régimen de internado, de edades comprendidas entre los 6 y los 15 años.
Reconocimiento del centro
En 1972 ya con 90 chicos, el Consejo Rector del Patronato Nacional de Asistencia Psiquiátrica acordó la autorización de reconocimiento del centro. La Pequeña Obra quedó inscrita en el Registro Nacional de Entidades de Recuperación y Rehabilitación de Minusválidos.
1972
1979
En 1979 se incorpora al desarrollo del centro la cualificación de un psicólogo así como la de varias personas que realizan tareas de educadores.
En 1995, la Consejería de Integración Social de la Comunidad de Madrid concede al centro la autorización administrativa para 114 plazas de las que 18 son aptas para usuarios necesitados de sillas de ruedas y en el año 2000 firmamos un Contrato de Gestión de Servicio Público con la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid: “Atención Residencial y de Centro de Día a Personas con Discapacidad Psíquica Gravemente Afectadas”.
1995
2014
En 2014, se firma un acuerdo marco para la Gestión de Servicio Público con la Consejería de Asuntos Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid: “Atención a personas adultas con discapacidad intelectual y alto nivel de dependencia en centro residencial”