Celebramos la discapacidad gracias a la iniciativa por segundo año consecutivo de la Diócesis de Madrid, en un sábado soleado en el que nos juntamos varias entidades. Del Hogar fueron varios chicos del Hogar Sol y lo pasaron en grande.
Por supuesto llevamos nuestros folletos informativos y el cartel del Hogar, para que la gente que acudiera supiera quiénes somos y qué hacemos.
Fue una jornada para festejar que lo único importante es ser persona y esto es independiente de que nuestras capacidades sean mayores o menores, más o menos numerosas. Todos somos distintos y esta es la riqueza que ha de ser siempre motivo de fiesta.
También celebramos que juntos y con el apoyo de los otros, somos mejores y más capaces. Es así de simple, nos necesitamos y sabemos que al apoyarnos damos de nosotros mismos pero recibimos a cambio mucho más.
Y que ellos, las personas con discapacidad, las personas con necesidad de apoyos, sobre todo, dan vida. Agradecemos de corazón a la Diócesis que nos haya dado la oportunidad por tanto, de festejar la vida y las ganas de vivir.
¡¡Y de hacerlo comiendo una rica paella!!