El sábado de nuevo dimos una vuelta, esta vez más asentados, recorrimos a fondo el pueblo de Benicarló y nos paramos a tomar algo en una terracita.
Esto nos encanta, disfrutar con tranquilidad de saber que tenemos todo el día por delante para hacer en calma cosas que nos gustan: dar paseos, ir a la playa, descubrir rincones bonitos, ponernos al sol con un refresco y en buena compañía…
Después hicimos una excursión a la sierra de Castellón, que esconde sitios increíbles.
Al día siguiente, domingo, nos visitaron cuatro amigos voluntarios de la parroquia orionista de Manises. Un grupo acudió a Misa en la iglesia principal del pueblo y al acabar nos fuimos todos juntos a tomar el aperitivo en los alrededores del paseo marítimo. Por la tarde nos acercamos a Peñíscola, un lugar con encanto y mucha historia. Por supuesto visitamos el castillo del Papa Luna. Una tarde divertida con amigos, no se puede pedir más.
Estamos disfrutando muchísimo y aún nos quedan varios días, ¡vivan las vacaciones!
