Después de celebrar por todo lo alto la fiesta de don Orione en el Centro de Asturias, hemos visitado varios lugares por los alrededores de Llanes.
Nos acercamos hasta Ribadesella, un pueblo marinero de cuento, pequeño y precioso, un lugar ideal para pasear por el puerto y merendar en su plaza, mezclándonos con los lugareños.
Durante el paseo por el puerto nos encontramos con la Fuentina, como la llaman en Ribadesella. Es una fuente de piedra arenisca de los años 30 y ocupa el lugar de una más antigua que genera cuentos y leyendas, como la de una bruja de pelo claro que con malas artes atrapaba la energía positiva de las personas que se acercaban a la fuente, aunque otros nos han contado que también es una Fuente de los Deseos… y por si acaso, nosotros pedimos uno.
El realismo mágico continúa vivo en el norte de España y envuelve hasta un simple paseo en una experiencia de cuento.
Pero para magia la de los Picos de Europa, que esconden entre sus altas paredes verticales de piedra tesoros sorprendentes como el que descubrimos al día siguiente, la iglesia prerrománica de Santa María de Lebeña. También visitamos el Monasterio de Santo Toribio, a los pies del Desfiladero de la Hermida. Impresionante excursión para todos nosotros, con buenos accesos y un tiempo inmejorable.
Esa tarde, recorrimos el Paseo de San Pedro de Llanes, espectacular mirador desde el que disfrutar de la vista de la villa de Llanes, del mar y de los Picos de Europa, tres paisajes que en esta costa se entrelazan continuamente.
Toda una suerte, poder disfrutar juntos de la naturaleza, recibir el yodo del mar y tener estos paisajes como único horizonte.