Nuestros chicos también profundizan en la gestión saludable de sus afectos. Fieles a nuestra forma de hacer las cosas en el Hogar y de ofrecer a los usuarios asistencia y servicio a todos los niveles, este aspecto nos parece muy relevante.
Si nuestro objetivo es que sean felices y alcancen el máximo bienestar físico y emocional, han de encontrarse cómodos con sus emociones, por ellos y para que puedan integrarse con el máximo de normalidad en el contexto social que les rodea, desde el respeto por uno mismo y por los demás. El trabajo ha de comenzar por hablar y explicar, por compartir también en este ámbito tan importante del ser humano, y esta es la razón del taller.
Educar en la afectividad y en la sexualidad, en la forma de expresar y de sentir afecto, está relacionado con el bienestar personal y disfrute de la vida, con la valoración y el respeto al propio cuerpo y al de otra persona. Las personas con discapacidad intelectual también necesitan expresar estos dos aspectos y por eso consideramos necesario cubrir esta formación y prestarles esta atención de forma personalizada.
La comprensión por parte de los chicos del afecto y de los límites no es una tarea fácil, pero este trabajo siempre les ayuda y tranquiliza. Para conseguir alcanzar el bienestar, estos días hemos analizado, entre otras cuestiones, el impulso hacia el momento o lugar adecuado de forma saludable.
El taller se desarrolla a partir de la proyección de una presentación con dibujos y pictogramas. Las imágenes facilitan la explicación de los conceptos que queremos trabajar. La actividad se realiza en grupos pequeños para adaptar el taller a las necesidades de cada uno de los chicos.
Se trata además de encontrar un espacio para expresarse donde estén cómodos, relajados y felices.
