Hemos estrenado nuevo espacio, nueva actividad dentro del recinto del Hogar.
Como siempre tratando de innovar y ejercitando la creatividad, los trabajadores han ideado una nueva tarea en beneficio de los chicos:
el huerto.
Ellos son capaces de esto y de mucho más.
En este caso tienen la satisfacción de haber hecho crecer el huerto desde cero: primero prepararon la tierra, después plantaron y desde entonces cuidan las plantas. Las cuidan a diario. Y ven también día a día cómo crecen y aprecian que si cuidas las plantas, crecen y dan fruto.
Y vaya si lo está dando, como muestra un… tomate.
Y las caras de felicidad de los chicos. Y lo orgullosos que se sienten de su huerto. De sus flamantes plantas, que son resultado del esfuerzo en equipo, de la constancia, de la delicadeza. Esta actividad es beneficiosa en todos los sentidos: sentirse ocupado, crear una obligación o responsabilidad, estar en contacto con la naturaleza, cuidar de un ser vivo…
Si te acercas por el Hogar Sol, enseguida te llevan de la mano hasta los cajones del patio para mostrarte su trabajo.
Y te dan ganas de armarte de guantes y herramientas y pasar un rato con ellos en esta actividad o simplemente de quedarte mirando el pequeño vergel que han creado y darles palmaditas en la espalda de felicitación.
Bravo por nuestros chicos del Sol y bravo por las personas que los apoyan todos los días.