Hace un par de semanas celebramos nuestra importante cena del personal del Mayo Orionista.
Tras una dura preparación del catering por parte de un grupo de trabajadores, decoración del patio incluida, todo estaba a punto.
Sobre las diez comenzaron a llegar los primeros comensales. La consigna era vestir de blanco y negro, de acuerdo con los colores que predominaban en la ambientación.
El patio vestía de gala y los invitados también.
Se numeraron las sillas para sortear la ubicación de cada uno de los casi ochenta trabajadores. Esto favorece las relaciones, el conocimiento de toda la plantilla e introduce el factor sorpresa en el acto, lo que siempre resulta divertido.
En medio, presidiendo con su eterna mirada sonriente, Don Orione.
El retrato de nuestro fundador y los objetos que enmarcaban su presencia hicieron de moderno «photocall», y numerosos grupos acudieron a posar durante toda la noche.
La comida fue excelente, el trabajo de los organizadores inmejorable, el encuentro lúdico y entrañable. Durante la cena además del discurso de bienvenida hubo entrega de regalos: la camiseta de 2016, un inciensario hecho a mano por los usuarios y un desplegable con la carta de Orione: «Sembremos a nuestro paso obras de bondad y amor»; un texto que mueve y remueve, que se dirige al corazón y anima a la acción: Seamos apóstoles de la caridad…
Un mensaje que se resume en la famosa frase: ¡Hacer el bien a todos, hacer el bien siempre, y el mal a nadie!
Gracias a los organizadores y a la dirección del Hogar por la inolvidable velada.