Comienza para nosotros, usuarios y responsables de Ocio del Hogar, una temporada emocionante y esperada durante todo el año: el turismo vacacional. Abandonar de vez en cuando las rutinas que nos impone el día a día, necesarias y beneficiosas, es saludable y muy necesario. Poder decidir, por ejemplo, lo que nos apetece más en cada […]
Comienza para nosotros, usuarios y responsables de Ocio del Hogar, una temporada emocionante y esperada durante todo el año: el turismo vacacional.
Abandonar de vez en cuando las rutinas que nos impone el día a día, necesarias y beneficiosas, es saludable y muy necesario.
Poder decidir, por ejemplo, lo que nos apetece más en cada momento: elegir qué queremos comer, con quién nos sentamos… en definitiva, que los usuarios puedan ser protagonistas también de su tiempo de ocio a través de una atención personalizada para que disfruten al máximo estos viajes, es el objetivo del Programa de Turismo Vacacional del Hogar.
Se trata de realizar actividades diferentes en entornos que no son los habituales, entornos normalizados que potencian su integración e inclusión.
Para ello nos alojamos en albergues públicos, donde los residentes y los profesionales que los acompañamos compartimos esta experiencia con personas sin discapacidad, y en los que disponemos de todas las comodidades de forma accesible. Salimos a comer a restaurantes, visitamos lugares turísticos o de interés…
Cambiar la ciudad por paisajes cálidos cerca del mar, en los que un simple paseo es una experiencia renovadora, es beneficioso para todos, pero de forma especial para los usuarios. En estos viajes se sienten más relajados y felices. Mejora su calidad de vida.
¿A quién no le gusta descansar con buenas vistas dejando pasar el tiempo? ¿o hacer una excursión a la playa?
¿Quién no sueña con unas merecidas vacaciones?