LLegaron nuestras esperadas y deseadas Colonias. Desde mediados de junio nos trasladamos por grupos del Hogar a la casa que tenemos en Cercedilla, un lugar en el que vivir la inclusión de forma permanente durante unos días, al tiempo que nos relajamos y disfrutamos de un entorno inigualable.
Es difícil explicar la dimensión de esta experiencia en unas pocas palabras, lo que representa para nosotros: salir de la rutina a vivir en plena naturaleza, el clima, la piscina, los paseos, las comidas al aire libre, acercarnos al pueblo cuando nos apetece y mezclarnos con la gente de la zona, tumbarnos a ver las estrellas por la noche, las eucaristías al final del día… y la vida con los voluntarios, sin los cuales Cercedilla no sería posible o sería algo muy diferente …
Para los usuarios significa conocer nuevas personas; cambiar de escenario, relajarse, reír, disfrutar durante más tiempo de actividades que les hacen felices; el placer de las vacaciones; que todo transcurra en un contexto alegre y tranquilo a un ritmo más lento, a un ritmo diferente. Para los trabajadores y voluntarios… pues exactamente lo mismo.
Cercedilla, nuestra particular fábrica de emociones, es una oportunidad de las que escasean, un verdadero privilegio que tratamos de aprovechar al máximo año tras año.
Os dejamos unas fotos de las Colonias de Hogares Naranja, Sol y Amarillo, que creemos que hablan más y mejor que las palabras.