El domingo día 21 de mayo todo estaba preparado para recibir al Arzobispo de Madrid D. Carlos Osoro y celebrar una gran misa de acción de gracias en recuerdo de nuestro fundador san Luis Orione, en el contexto de los 50 años del Hogar Don Orione.
Concelebraron el párroco D. Pablo Salvatierra y el provincial D.José París, acompañaron párrocos de varias iglesias de la zona y religiosos orionistas, entre ellos las Hermanas Sacramentinas invidentes, algunos cargos de concejalías de Pozuelo con nuestra Alcaldesa Dª Susana Pérez Quislant pues a pesar de coincidir con la carrera Ciudad de Pozuelo y el Día de las Familias, hizo un esfuerzo y acudió a esta celebración tan importante. Por parte del Hogar, sentados en los primeros bancos, estuvo una buena representación de los usuarios participando de forma activa en la misa. El Sr. Arzobispo D. Carlos propició su intervención dirigiéndose a ellos en varias ocasiones, haciéndoles preguntas que contestaban en voz alta.
D.Carlos habló del carisma, de la obra orionista, de la evangelización a través del ejercicio de la caridad. De Orione, del Hogar. Y como no podía ser de otra manera, de la felicidad. Aludió varias veces a este tema: “Desde hace 50 años, Madrid es más feliz”, comentó en varias ocasiones.
Bajó a los primeros bancos a dar la paz, y tuvo muchos gestos de cariño con los usuarios, que estaban felices.
Se ofreció en el altar un cuadro de Don Orione, que llevaron una trabajadora con uno de los usuarios y la escultura de unas manos que habíamos encargado a Carmen Dura, como objeto conmemorativo de los 50 años que ofrecieron el Director del Hogar y su mujer. Las manos representan el apoyo, la necesidad de trabajar unidos, la urgencia que todos tenemos de los otros, la caricia, el acogimiento. La mano que ayuda puede ser la de una persona caritativa, la de cualquier voluntario, la de un trabajador de atención directa, la de un usuario o la mano amorosa de Dios que mueve todas las demás. Esa que siempre deseamos y siempre está para sostenernos.
Los que estuvisteis sabéis lo entrañable e importante de la celebración. Tuvo el carácter sencillo y contundente de las cosas de verdad. Damos gracias por este día que nos llena de entusiasmo.
Queremos compartir con vosotros un escrito de D. Pablo que es el mejor colofón para finalizar esta publicación, y todas estas fotos.