¡Qué mejor manera de comenzar el año que brindando con un montón de amigos!
Qué extraordinario se vuelve todo cuando se comparten los sueños, los buenos deseos. Cuando se brinda por lo mismo, desde la verdad del corazón.
Cuando se comparte la amistad verdadera. Cualquier cosa que se haga se convierte en un suceso especial, que supera las expectativas que uno se ha formado. Como ayer.
Convocamos una copa desde la Fundación Luis Orione, preparamos una mesa alrededor de la cual recibir a la gente, muy ilusionados.
Acudieron voluntarios, benefactores, colaboradores habituales, concejales del Ayuntamiento, también empresarios que no habían venido nunca… se creó un clima de acogida, de fraternidad y también de celebración, emocionante. Los que no habían venido nunca, parecían amigos de toda la vida; los que están desde hace ya tantos años ejercían de anfitriones; la Concejal de Familia, Dª Beatriz y el Concejal de Participación, D. Diego, tan cercanos y atentos, siempre a nuestro lado; los benefactores sugerían nuevos caminos para colaborar; los religiosos felices de compartir su carisma; los organizadores, imaginando próximos encuentros.
Objetivos cumplidos. Personas de tan diversa procedencia, dedicados a tareas profesionales diferentes, disfrutaron juntos de una charla relajada durante un rato, divertidos y a gusto.

Porque como decimos siempre, Fundación Luis Orione es un proyecto que se construye entre todos. Todos unidos en la consecución de un proyecto universal: mejorar el mundo todo lo que podamos, defendiendo más a los más débiles. Ayer, fue un día de unidad, de construir, fiel al carisma orionista y Don Orione sonreía más desde su retrato.