La Epifanía o Día de los Reyes Magos es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad.
Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que significa «manifestación», se refiere a la revelación del Señor a los paganos en la persona de los magos. Los Reyes llegan al pesebre a adorar al Niño, al que conocen como Salvador por lo que le ofrecen oro, incienso y mirra, sustancias preciosas en las que la tradición ha querido ver el reconocimiento implícito de la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad (mirra).
El verdadero rey que contemplamos en esta festividad es el pequeño Jesús, mientras recibimos su designio de salvar a toda la Humanidad, el verdadero regalo del Día de Reyes Magos.
La Epifanía anticipa nuestra participación en la gloria de la inmortalidad de Cristo manifestada en una naturaleza mortal como la nuestra. Es, pues, una fiesta de esperanza que prolonga la luz de Navidad.
Y una gran celebración cada año en el Hogar.
Los tres Reyes traen los regalos como reconocimiento a nuestros usuarios: ellos son la razón de cualquier actividad que se realiza, la razón del Hogar. Nos contagian su profunda humanidad y nos reconcilian con nosotros mismos. De nuestros chicos aprendemos cada día el valor del esfuerzo, la importancia de ser persona, la fuerza de la alegría. Debemos devolverles al menos algo del cariño que recibimos de ellos. Por eso esta celebración es la más especial del año.
Como siempre, los primeros en ser visitados en su propia casa son los usuarios del Hogar Verde y del Naranja, las dos unidades de sillas de ruedas.
Después bajamos al salón de actos, y organizamos una fiesta por todo lo alto, que todos disfrutamos y compartimos, en la que se entregan los regalos a cada persona de forma individual.
La tarde del Día de Reyes también nos acercamos a la Cabalgata de Pozuelo con un grupo de voluntarios, una actividad que nos emociona y divierte a todos, y aunque este año hacía frío y llovía, cogimos nuestros paraguas y… las imágenes lo dicen todo, las caras de felicidad de los usuarios merecen cualquier esfuerzo que podamos hacer.
La Navidad toca a su fin,
deseamos que su Luz permanezca con nosotros.